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lunes, 31 de octubre de 2016

Majalijar, todo un reto!!!







La verdad es que me ha costado un montón buscarle título a esta ruta, y he decidido ponerle el nombre del pico más alto de la Sierra de Huetor, y que hoy hemos coronamos. Ha habido de todo y por su orden: certidumbres e incertidumbres; pedaleo, no pedaleo y salto de vallas; ganao, unos bravos y otros non; lugareños apañaos y no muy apañaos, unos reales y otros supuestos...muuuuuuchos km, buenas cotas y duuuuuuuuro final de ruta; pero vayamos por orden.








Como le hemos cogido el tranquillo a esto de rodar y hacer km por el campo, pues la ruta de hoy era la que el domingo pasado os conté que Javier quería hacer un día de estos, y éste pensó que para qué esperar...

Quedamos, Javier y servidor (Algecireño), a las nueve en Isabel La Católica, puntualmente nos encontramos allí, a pesar de que por la noche hubo cambio de hora. 








Comenzamos rodando dirección pantano de Cubillas, por Maracena y Albolote. El ritmo era bastante vivo, sobre todo para que mi 26 " siguiera el ritmo a la 29"  de Javier, pero no nos dimos cuenta hasta que pasado el cementerio de Albolote, y comenzando un repecho, llegamos a la altura de un grupete de bikers, y les adelantamos más rápido de lo esperado, y eso que los chicos iban bastante bien, así que una vez terminado el repecho, decidimos aminorar el ritmo no sea que no lleguemos con piernas a lo verdaderamente duro.

Pasamos por los alrededores del pantano, siempre tan frondosos y bonitos, y en la estación giramos a la derecha para comenzar el camino por entre los olivares.

El día tiene una pinta espectacular, el cielo esta raso y algo de fresco hace, así que con la mirada puesta en la Sierra de Huetor, y más concretamente en los Altos de Majalijar, fuimos tragando kms con una animada charla hasta que comenzamos a subir subir y subir, y ya no hubo ni charla animada, ni na ni na, sooooolo pedaleo y los sonidos del campo.

Por cierto el nombre de Majalijar, obviamente tiene reminiscencias árabes, y viene de la unión de dos palabras Majada y Lillar (sitio donde hay muchas piedras). Los pastores las unieron y significa "Majada de las piedras". Esto lo explico porque hay que subir a estos altos para sufrir y ver cuan cierto y acertado es el nombre...








Coronamos y conectamos con la pista que llega a Cogollos por arriba. Allí paramos a coger aliento y comer algo, ya llevamos dos horillas dale que te pego; coincidimos con otro grupete de bikers.

Bajamos unos cientos de metros por pista, y en una curva de derechas nos desviamos a la izquierda, y comenzamos a subir por un camino que no para de picar p´riba con bastante desnivel. Es anchote, muy mal mantenido, pero ciclable, que nos exige pero nos gusta. Por aquí se ven olivares pero los almendros ganan. El valle por el que vamos es enorme, uno no sabe la dimensión del campo, o de una Sierra hasta que te metes...








Llegamos sin desfallecer hasta una zona llana, con un cortijo cercano al fondo y decidimos parar a disfrutar de las vistas y hecharle gasolina al motor... En las fotos quizás podáis imaginar lo bonito del paisaje. Ni Javier ni yo habíamos estado por estos lares nunca, así que el disfrute fue mayor.








Nos subimos en las monturas y a seguir subiendo. En el cortijo nos encontramos a un pastor bastante mayor, con el que intercambiamos saludos y alguna pregunta, pero seguimos nuestro camino hasta que dimos de bruces con una tremenda, desproporcionada e insalvable verja, que daba entrada a una finca, que fuimos descubriendo que también era tremendamente extensa...











Mucha gracia no nos hizo; la idea de tenernos que dar la vuelta después de haber llegado hasta aquí no nos apetecía lo más mínimo. Justo en ese momento vemos, al otro lado de la verja, dentro de la finca, a tres tipos. Les pregunto " ¿os importaría abrirnos para darnos paso por la finca? vamos hacia Prado Negro". "Lo siento pero no somos de aquí y no podemos ayudaros" nos replican. No os aburro con el resto de la conversación: NO es No jajajaja. Javier que no da un paso p´tras ni para coger impulso, me dice, muy convencido, que ni de coña nos damos la vuelta...así que nos ponemos a la tarea y encontramos un sitio por el que meternos, primero uno mientras el otro le pasa las burricletas por encima de la tremenda valla, y luego el otro. Una vez dentro, vemos a los mismos tres tipos, los que no eran de la zona, venir hacia nosotros "¡Quien os ha dado paso a la finca!" nos espetan, yo me temía y me preparé para lo peor.  Para entenderme tendríais que ver a los tres tipos y sus andares...Javier se me adelantó en la contestación, menos mal..., y con su comentario cambió la actitud de los tipos, que pasaron de ponernos problemas a ayudarnos...peeeeero nos avisaron de que la finca era de toros bravos...¡maemiademivida!,


Nos explicaron por donde debíamos ir para evitar al dueño (que según lo describían era peor que uno de esos toro de lidia que nos esperaban por ahí pastando). Había que atravesar un montón de verjas, y nos pidieron que por favor las fuéramos cerrando, no sea que los toros pasasen de unas cercas a otras sin control...A mi conforme nos estaban contando la movida se me estaba descomponiendo el cuerpo, ¿os hacéis una idea no?: toros bravos+dueño cabreao = PRO-BLE-MAS


Comenzamos a dar pedales y Javier decide que no vamos a ir por donde nos han indicado, y así evitar al dueño, vamos a ir por donde nos podemos encontrar al dueño y hay reses bravas sueltas: "es que es más corto, más directo Luis" me dice er gashon, quedandose tan a gusto... 


Abrimos la primera verja, de hierro del gueno, del que intimida a un bicho de estos, la cerramos y después de andar 50m, nos encontramos a un becerro bravo que nos mira, pamikemumalamente. Nos paramos en seco y no meneamos ni un pelo. Como después de un ratito vemos que el bicho no se mueve, le tiro un losquillo/piedra a su lado y ya si se mueve, peeeero al poco viene otro que nos vuelve a miraregularketekagas, pero ese no se menea, ni tirándole una piedra, en un buen rato, así que le rodeamos y continuamos camino, eso sí con el rabillo del ojo pendiente del torito. 

Hay que pasar otropeasodeverja, y continuamos, pero antes nos volvemos a encontrar otro grupo de becerros; por suerte estos se asustan y salen corriendo monte arriba, ufff menos mal, porque eran muchos...Javier es más tranquilo y callao, pero como yo supongo que llevará las pulsaciones disparadas, y el corazón en la boca...







Y llega el momento Majalijar...

Las cuestas que hay que ir subiendo son tremendamente duras, y hay tanta piedra/losco suelto que se hace imposible dar pedales, así que nos bajamos y caminamos. Mientras charlamos tenemos que ir pendientes de todo, nos avisaron de que por donde íbamos podía estar el dueño y los toros, así que llevamos los ojos como platos.

En un momento dado, y con un tono bajito, me dice Javier "cállate Luis", pero no un cállate cualquiera, fue uno de esos "¡cállate!" que no te permiten dudar, ni terminar, no ya la frase, si no la palabra. Y en un tono muy bajito me dice "Mira allí arriba tío"...Dos Torakosdelamuerte como Dios manda, con todos sus avíos bien colocados, y que nos acaban de verrrrr y oirrrrrr. El corazón se me va a salir por la boca, no hay un puto árbol al que encaramarse, y estamos muy lejos de la valla o cualquier cosa desde la que protegerte. Decidimos, eso sí, muy muy despacito seguir por el camino, a pié, y a ver qué pasa...Yo ya me veía destripao por alguno de los morlacos, en mitad de ninguna parte, "y mira que les avisamos" dirían los de la finca al encontrarnos una semana después...jajajajaja (me río hoy, ahora escribiendo este relato)

El camino se va separando del lugar en el que estaban los bichos, pero tiene muchas curvas, y quien te dice que tras una de estas no nos encontremos de frente con uno de esos insensibles animales. Yo seguía sin ver un solo lugar al que pudiéramos huir, estamos en campo abierto. No me quiero extender mucho más, solo deciros que por el camino se veían unos cacas/mohones del tamaño del sombrero de un picador o como una ensaimada, y que unas estaban secas y otras non. No hay que ser ni muy listo ni Indio comanche para saber lo que eso significaba...

Y por fin llegamos al final de nuestra pesadilla, o eso creíamos...







Paramos a relajarnos un poco y a disfrutar, no solo de haber dejado los toros atrás, y también al dueño, sino de las espectaculares vistas que hay a los pies de los Altos de Majalijar. Por un lado todo lo subido, y por el otro toda la zona del Collado del Agua, Prado Negro etc. Estamos a 1.700m y hace fresquete, así que nos entretuvimos lo justo.








Comenzamos a bajar hasta un pradete en el que habían un rebaño de Ovejas, nada preocupante, pero ¿y el perro que suele vigilarlas? ¿donde está?...por suerte no estaba por allí en ese momento, ni su pastor, y merodeamos tranquilamente.







Disfrutamos de otras espectaculares vistas de Sierra Nevada, hasta donde te daba la vista, porque el día estaba claro claro claro.








También nos encontramos con una oportuna fuentecilla en la que corría agua bien fresquita.








Seguimos bajando, y nos volvimos a encontrar con otro cortijo. Tenía de entrada otra tremenda y disuasoria verja, con unos barrotes serios para encerrar toros en un corral. Nos temíamos lo peor otra vez, pero por suerte evitamos esta entrada, primero por un senderillo y una alambrada que rodeaba la casa. No estaba el dueño ni había toros, y pudimos salir de esta tremenda finca abriéndo el cerrojo como cualquier verja, y volviendolo a cerrar; el candado no estaba echado, menos mal!!!! 



Hasta aquí llegaba la finca del colega!!!! maemiademivida...


Bajamos por pista, ya la mar de tranquilos. En un momento dado nos salimos a la derecha y entramos en la Acequia Fardes. Es un precioso sendero que bordea la montaña. El agua va por debajo en algunos tramos, es muy estrechita, con muchas cositas que nos gustan (rocas, tranquitos, etc). Y casi sin darnos cuenta llegamos a Prado Negro. Está petao de gente y de sus coches. No nos paramos ni en la fuente...


Cogimos la carretera primero y luego la pista, y a buen ritmo fuimos comiendole km a esta preciosa sierra. Bajamos por la parte final de la Cañada del Sereno, y luego pista hasta la Fuente de la Teja. Aquí el colorido empieza a cambiar y aparecen los ocres y el clásico manto de hojas, al dejar la pista y meternos por un sendero dirección Huetor Santillan. 








Casi al final del sendero nos encontramos con un grupo de cazadores y sus perros, y un joven jabalí abatido en el suelo. Los perros estaban excitadísimos por la pieza cobrada. A nosotros no nos encató el escenario pero están en su derecho, el monte es de todos y es legal. Charlamos con ellos unos minutos y continuamos nuestro camino

Una vez terminado el sendero, por cierto mucho más bonito de bajada que de subida, noté que la rueda trasera había perdido aire, seguramente por un llantazo que di por este último sendero, se destalonó seguramente. Paramos a meterle aire, y aunque no se llenó mucho continuamos la marcha hasta llegar al pueblo, en donde bebimos y comimos algo. Eran las 15.30, ya llevamos seis horas de pedales...

Volví a meterle aire a la rueda, esta vez con bombona, el sistema es tuberless, y continuamos pedaleando hasta que la rueda dijo basta!!!, y se desinfló completamente. Se destalonó del todo. Tratamos de meterle una cámara que Javier me dejó, pero no fue posible, no conseguimos quitar el pitorro, no llevamos alicatillos...hay que joderse!!!, mañana me los compro.








No había nada que hacer, así que había que volver andando empujando a la bici, y quedan algo más de 10km. Pasamos el cortijo de los perros y como estaba bastante ralladete decidí ponerme a correr hasta que me relajara o aguantara. A la altura de la presa que abastece a La Alhambra decidí seguir andando hasta llegar a casa. Es verdad que tratamos de que el bus que va por el Sacromonte me dejara meterme con la bici, ya estaba rebentao, pero no lo conseguimos, no hay ni una miajilla de misericordia hoy en las almas jajajajaja. 

Javier se quedó conmigo todo el camino y ya en la cuesta del Chapí cada uno siguió su camino, hoy no hemos podido tomarnos esas cervecillas, con la que siempre gusta acabar la jornada. Él subió dirección su casa y yo bajé dirección la mía. 

Llegamos a las seis...

Siempre acabo los relatos resaltando que además de pasarlo bien, no nos ha pasado nada malo, y nada malo nos ha pasado hoy, ya que toooodo lo que hoy hemos vivido es BTT en esencia, en estado puro: campo, aventuras y un buen compañero para las adversidades. 







Ah! por cierto, al campo hay que llevar todos los avios.


Hasta la próxima amig@s!!!












domingo, 23 de octubre de 2016

El otoño nos invita...







Bikers, sakabaron las calores!!!, bieeeeennnn!!!; ahora soñemos un poquito e imaginemonos ese día plenamente otoñal; esto es, "nubarrones" cubriendo tu ciudad y el entorno o las montañas que la rodean, y por fin "el fresquito", ese que te permite salvar una jornada sobre tu burricleta con una térmica de manga corta, mallot largo y culote a media caña con el que te apañas de maravilla, junto al maravilloso cortavientos,  pues eso es lo que hoy había en Granada...

Ayer sábado por la tarde, tras estudiar minuciosamente el panorama meteorológico, y llegar a  la conclusión de que llovería en tooooooda España menos aquí, le puse un wsp a Javier para ver que le parecía ir a Cogollos por el pantano de Cubillas y una vez allí, y dependiendo del tiempo y las ganas, volver a Granada por carretera oooooo la otra opción; Calialfaquir, Mortirolillo, Puerto Lobo y a Granada por cualquiera de las opciones que mi colega Javier maneja por estos lares. Le gustó el plan. Se lo propuse también a otros colegas pero estos preferían hoy un poco de flaca... (lo siento por ellos pero no hay colorrrrr) así que a las 9,45 nos encontramos Javier y servidor (Algecireño) en Plaza Isabel la Católica.

Llegué un poco antes a los pies de la estatua de los Reyes, y estando allí vi pasar a dos generosos grupos de bikers, uno de Btt dirección Plaza Nueva, para subir al llano o quizás ir hacia Sacromonte y etc. El otro grupo era de flacas y fueron dirección Gran Vía y vayaustedasaberrrrr. Cómo ha cambiado el cuento de unos años acá, apenas éramos un grupo de chalaos que salíamos los domingos a reventar los caminos, y mira ahora...


Hasta llegar al pantano es todo asfalto, y llanito que aprovechamos para hacer patas, una vez en el Cubillas (por cierto muy vacío aunque precioso), a la altura de la estación de Calicasas nos desviamos a la derecha, y empezamos a subir hacia Cogollos. Es un camino/pista entre olivos que pica poco hacia arriba pero subir hay que subirlo. Por suerte el terreno está espectacular y no sopla ni un poquito de aire. En el horizonte la sierra de Huetor. Unos nubarrones negros la sobrevuelan...


Mientras pedaleamos y vemos al fondo la sierra, hablamos de la posibilidad de atravesarla, en un futuro, por otro sitio diferente del que hoy lo haremos, y con estas llegamos a Cogollos la mar de enteritos, hemos ido a un ritmo que nos ha permitido ir charlando. Tras  parar en una fuentecilla, cargar algo de agua y comer un poquito, nos subimos en las burricletas, y continuamos la ruta adentrándonos en nuestra sierra favorita.


Como Javier y yo gastamos la misma talla de bici, me dice que si quiero probar su Intense de 29. Tiene un diseño muy moderno pero con un punto retro que mola bastante. Lo más destacable no es su bonito diseño, que sí, y que lo remata unos radios de titanio de colores que lucen sobre todo al ponerte en movimiento!!!; el motivo por el que me gusta la idea de probarla es porque es rígida, pero una rígida de verdad, o sea niunaputasuspensión (ni horquilla ni amortiguador), pero es de carbono... Una jollita. Puede pesar 8-9 kilos...







Comenzamos a subir los cuestones de Cogollos y ya noto la diferencia, no solo en el peso, aunque mi preciosa y maravillosa Giant pesa solo 12kg, sino en la respuesta a las pedaladas, es inmediata la transmisión de la potencia, reacciona al instante, sobre todo cuando te levantas y te subes en el manillar, es tremenda.


Vamos subiendo hacia Calialfaquir y justo antes de llegar, hay un grupo de vacas, becerros y toros que por suerte están algo distraid@s, dando buena cuenta de las alpacas de paja que tienen por allí. No me negareis que no os dan susto cuando hay que pasar entre estos tremendos bichos, con esos pitones; sí, ya se que no son brav@s, pero y si siií...


Durante toda esta parte del camino ya podemos ir disfrutando de los increíbles colores del otoño: esos ocres, esos amarillos, y esa variedad de verdes que se dan en esta sierra, gracias a la variedad de árboles y arbustos que tiene, y Javier repara y disfruta de su bonita bici mientras pedalea junto a ella, sobre mi también preciosa Giant. Permitidme el momento bucólico de la crónica jajajaja.


Al coronar cogemos pista central buscando el Mortirolillo, lo encontramos y le metemos mano. Aquí Javier disfruta del peasodemolinillo que llevo en mi Giant y yo, aunque me adapto bien al monoplato de la Intense, no me convence, prefiero los tres platos, es menos exigente.


Una vez que coronamos, nos pusimos el cortaviento y nos dispusimos a bajar por pista hasta Puerto Lobo, y desde ahí a Granada peeeeero como Javier conoce otras opciones a las que yo conozco, pues le sigo, hace tiempo que he comprobado que es de fiar.


Igual que subir con la rígida es diferente, también lo es bajar. Con el clásico bacheo de la pista es difícil de controlar, es muy viva, te obliga a ir muy pendiente de todo. Al terminar la pista nos metemos por el lateral de la carretera por donde hay algunos salitos la mar de divertidos. El primero de ellos pegué un vuelo que no me esperaba, y es que como dice su dueño, su Intense es un bulalico.  En los demás ya no me sorprendí, y también volé jajajaja.


La bajada que hacemos desde El Fargue va primero por entre pinos, luego entre olivos, con algunos surcos que me complican bastante la vida, pero como sarna con gusto no pica..., pues ahí voy, tras de mi Giant y su nuevo e intrépido jinete. No creáis que se cortó un pelo por bajar en una bici que no conocía, con unos frenos que no conocía, y que están colocados al revés (trasero a la derecha y delantero a la izquierda), noooo, bajó como si no hubiera un mañana el jodío, y yo detrás de él jajajaja, en una bici que no conocía, sin suspensiones y con los frenos cambiados (trasero a la izquierda y delantero a la derecha), vaya par de chalaos jajajajaja.


Yo no conocía la bajada, otra que le debo a Javier, pero acabamos bajando "Los Garbanzos". Que bien!!!, siempre me toca subirla y es horrible horrible horrible, un sufrimiento de cuesta que nunca propongo subir, pero que toooodos los años la acabo subiendo, a propuesta de algún "amigo cabroncete", al menos una vez.









Una vez que bajamos "Los Garbanzos", llegamos a los pies de La Abadía, al Sacromonte y claro está, vamos dirección Albaicín, para dar cuenta de un par de cervecillas, sin alcohol por supuesto jajajaja.








Hace bastante tiempo que quería hacer la ruta que hemos hecho, me ha encantado, y según me dice tambien a Javier, y el día ha estado espectacular, no nos ha caído ni una gota de agua, ni ha soplado el viento y no hemos tenido ni un solo percance, asinkedemodoke genial!!!

Viva el otoñooooooo!!!!

Espero que os haya gustado el relato del día, yo lo he pasado muy bien.



martes, 11 de octubre de 2016

¿Te apetece vereda nueva en La Sierra de Huetor?



Así rezó el mensaje que Javier me mandó por wsp








Muy tempranito, como podéis comprobar en la foto, quedamos en Puerto Lobo, Jesus, Paco, Javier y servidor (Algecireño).

Bajamos las bicis del coche y antes de las ocho y media ya estábamos pedaleando por la pista, peeeero hoy comenzaremos bajando; biiiieeeennn!!!

Tras un ratito de pedaleo nos dispusimos para hacer la primera de las trialeras; paramos, bajamos hasta lo más profundo las tijas, y nos colocamos las protecciones, bueno todos menos yo (se me han olvidado...) peeeero antes de comenzar la bajada, tratamos de meterle un poco de aire al amortiguador de la bici que hoy lleva Javier. Sus dos burricletas están en taller, y le han dejado una.

El comienzo de la trialera es complicado, muy complicado. Es bastante inclinada y revirada, con muchos losquillos sueltos; y yo sin mis protecciones...Trato de no perder la rueda de los compañeros. Superada esta primera parte, el sendero llanea más y se estrecha mucho mucho. A la derecha hay un tajo/mala caída, pero voy la mar de tranquilo porque le he puesto zapatos nuevos a mi rueda delantera, y se nota, vaya que si se nota. A ambos lados del sendero hay matorral de ese que te va arañando las piernas y brazos, y que cuando acabas parece que te hayas peleado con un gato...

En un momento dado hay que subir junto a la bici unos 50m para volver a subirte y seguir disfrutando del sendero. Te vas encontrando con tranquitos, y con trancos, y de pronto, Paco y Jesus paran en seco para avisarme de un obstáculo al que hay que prestar especial atención. Nos ponemos en marcha y llegamos a la altura del tronco que hay que salvar. Pasa Paco, detrás Jesús y servidor le mete algo timorato, y aunque lo paso bien, al bajar la rueda delantera no lo hago perfecto, por donde la bajaron Paco y Jesus, y salgo por el manillar...hay que jorobarse que esto te pase el día que no llevas las coderas. Por suerte no es nada, ni chapa y pintura, y seguimos pedaleando.

Esta trialera conecta con otra que hicimos hace unos meses. Ahora el terreno es diferente, más resbaladizo e inclinado pero la rueda se sigue comportando de maravilla, se agarra más que un "chotis", los chicos me avisan de trankako, y de por donde hay que meterle, les hago caso y lo salvo con nota, después más curvas cerradas hasta llegar abajo.

Hasta aquí la primera de las trialeras nuevas. Ahora vamos por un senderito hasta llegar a una pista que lleva a la fuente de La Teja. Todos vamos bastante contentos, las trialeras son divertidas, muy divertidas, y no les falta de nada, bueno que fuera más larga, pero eso es posible, y como decía el torero "lo que no pueser no pueser y ademas es imposible"

Bueno todos no vamos muy contentos, Javier va regulardekontento. Se le olvidó ajustar bien el "Sag" de su amortiguador en casa, el intento que hicimos antes de empezar a bajar la trialera no ha funcionado, y apenas le queda amortiguador despues de subirse...subiendo por la pista intercambiamos las burricletas, usamos la misma talla de bici, pero está ralladete y decide volver a los coches subiendo por el Mortirolillo, aunque antes se acerca con nosotros a ver por donde está la entrada de la segunda trialerita nueva del día.

Nos aproximamos al inicio, pero por más que me decían Paco y Jesus por donde estaba el sendero, yo no lo veía, la vegetación no me dejo verlo hasta que estuvimos encima. Todo está muy salvaje.

Paco y Jesus pudieron localizarla porque unos días antes la subieron a pie desde el final, hicieron el camino inverso al de hoy. La bautizaron como "El Balcon de Catialfaquir". Es bastante divertida aunque más cortita de lo deseable;  es muy muy inclinada, con sus trankitos y algunas curvas que se las trae...y desemboca, más o menos, a la altura de la fuentecita que hay en la pista que sube desde el cortijo de Calialfakir, hasta la pista central de esta sierra.

Terminada la trialera, comenzamos a subir por la pista. Se hace rápida, y casi sin darnos cuenta llegamos a la altura del Mortirolillo, y ¿a quien creéis que nos encontramos bicheando senderos "nuevos" en las inmediaciones del Mortirolillo?, a Javier jajajajaja. No se había vuelto a los coches, a Puerto Lobo, así que continuamos juntos.







Paramos a comer algo en los alrededores del sendero que nos lleva a La Cueva del Agua, y tiramos hacia ella. Es una subida muy muy pedregosa muy muy exigente y muy divertida. A mi me encanta hacerla así que le meto con ganas. Paco y Jesus van delante cual cabrillas los jodios... El primer gran tranko lo paso a medias, desequilibrandome en la salida, en el siguiente trankako tengo que cambiar la habitual entrada porque bajan unos senderistas y claro, no lo paso, los demás los voy pasando hasta llegar cerca de la cueva y allí esperan los compis.
























































































En la bajada hasta la Cruz de Viznar hay un saltito la mar de divertido, que ni Javier, ni Paco, ni Jesus conocen así que me coloco delante para indicárselos cuando llegáramos a su altura. Hacemos rápido el tramo pero con cuidado ya que hoy domingo hay senderistas por estos lares. Llegamos al saltito y le tiramos. No es gran cosa, pero está bastante bien, mola que esté y mola hacerlo.

Al llegar a La cruz de Viznar le tiramos a la izquierda, por la "umbría", la que últimamente subimos con más pena que gloria. Nos encontramos a mitad de la bajada con una fila interminable de senderistas, inmediatamente bajamos el ritmo mientras se hacen a un lado, y curiosamente nos dan ánimos, y algún que otro aplauso, deben de ser de fuera de graná jajajajaja.

La bajada esta es maravillosa, no tan complicada como la otra cara pero mas larga y juguetona.  Tiene toooodas esas cosas que te hacen sufrir subiéndola: raices, rocas, trankos, curvas cerradas con rocas, con trankos y raíces, etc etc. peeeero hoy toca p´bajo, y es otra cosa...

Al llegar a la pista nuestras caritas son de puro disfrute, bueno Javier no ha podido disfrutarla tanto como a él le hubiera gustado, pero ahí estaba el tío como un campeón.

Poco después llegamos a los coches, y tras charlar un ratito, ha sido una ruta bastante rápida y hay tiempo para ello, cada uno tiró para su Graná.

Espero que os haya gustado, yo lo he vuelto a pasar de cine...